¿Estás pulsando el botón de autodestrucción?

Cuando los miedos y las dudas llenan nuestra mente, nos resulta difícil movilizar nuestra energía y ser creativos. Lo creas o no, son nuestros miedos los que nos impiden hacer las cosas que nos gustan. A veces, si no lo controlamos, el miedo a cambiar nuestra vida para mejor es tan fuerte que nos lleva al fracaso. Nuestros pensamientos pueden ser, literalmente, nuestra perdición. Puedo darte un ejemplo divertido de esto:

Historia graciosa de la manifestación de mis miedos

Recientemente he empezado a cocinar, en particular a hornear pasteles. No me preguntes por qué, pero le prometí a mi amigo que intentaría hacer una tarta para su próximo cumpleaños (así que no había presión 🙄). Era la primera vez que probaba esta nueva receta, era un pastel de plátano al estilo jamaicano, así que estaba experimentando.

Llegó el día, no hace falta decir que no estaba seguro de cómo iba a salir. Me preocupaba que la tarta no subiera y se arruinara la reunión de cumpleaños de mi amigo. Estresado y ansioso, debí revisar la tarta al menos 4 veces, abriendo la puerta del horno cada vez para ver si se estaba horneando bien. Por supuesto, la tarta se arruinó porque entraba aire frío cada vez que abría la puerta. Como ves, mi miedo y mi ansiedad se objetivaron; creé con mis actos temerosos lo que precisamente no quería que ocurriera.

Este simple incidente trivial encierra algunas lecciones profundas. Cuando se trata de aplicar con éxito la ley de la asunción, se nos dice que cuando oramos debemos: “creer que ya es tuyo y así será”, sin embargo, a veces nuestras preocupaciones nos impulsan a seguir comprobando si realmente está funcionando. “¿Cómo va esa manifestación?” o “Todavía no puedo ver ninguna señal de qué está sucediendo”. Estos son sólo ejemplos del diálogo interno negativo que se produce, continuamente estamos comprobando cuando en realidad deberíamos dejar ir y permitir que la manifestación se desarrolle. Si las cosas no parecen estar siguiendo las secuencias lineales que predecimos, entonces el EGO empieza su mierda y entramos en modo pánico.

Ahora con el ejemplo de la tarta, si la hubiera dejado tranquila una vez metida en el horno para cocerla, ¿no se hubiera arruinado?, si hubiera seguido las instrucciones y no me hubiera preocupado y puesto ansioso estoy seguro de que la tarta hubiera salido muy bien y mi reputación como pastelero seguiría intacta 🤣. Y así es con nuestras creaciones conscientes, en su propio tiempo perfecto, sin perturbaciones, se exteriorizarán, la interferencia continua sólo traerá un “aborto espiritual involuntario”.

Es hora de cambiar el guión

La voz que te dice que no estás preparado es la voz del miedo. La voz que grita en tu interior que esto es lo correcto, esa voz instintiva que te dice que vales más es la voz con la que necesitas sintonizar.

Conozco a muchas personas que tienen tanto miedo que literalmente se convencen a sí mismas de que fracasarán incluso antes de empezar. “Cómo te atreves a creer que lograrás que algo increíble ocurra cuando la mayoría de la gente fracasa”. Es como si pulsaran su propio botón de autodestrucción.

Cuando saboteamos nuestros propios esfuerzos es porque en el fondo no creemos estar preparados para el reto que nos espera, un poco como en mi episodio de la tarta. El ego entra en acción y empieza a crear todo tipo de razones negativas y auto saboteadoras para que no nos molestemos en ser valientes o, como en mi ejemplo, nos consume el miedo y empezamos a actuar a partir de esta emoción.

Afortunadamente, hay buenas noticias, aparte de mi pequeño episodio con la tarta, la mayoría de las veces en la vida me he vuelto intrépido a la hora de enfrentarme a los retos. ¿Cómo? cultivando la creencia en mi capacidad de imaginar mi deseo cumplido y tú también puedes hacerlo. Cada manifestación consciente exitosa que he logrado construye la confianza interior para pasar al siguiente capítulo.

Ahora, no estoy diciendo que soy totalmente inmune a sentir ansiedad o nerviosismo, quiero decir… mira el episodio con la tarta. Hablando en serio, cuando me enfrento a situaciones no deseadas sé que puedo imaginarme a mí mismo “fuera” del estado no deseado con herramientas y prácticas que he aprendido a lo largo de mi odisea espiritual. He empezado a ejercitar mi imaginación con regularidad. Paso a paso, me he dado cuenta de que confiar en mi imaginación es lo que me da más alegría y satisfacción.

Ahora bien, no puedes deshacerte de los pensamientos negativos con un simple giro del interruptor, ojalá fuera tan fácil, pero con todos los métodos y herramientas disponibles puedes empezar a desarrollar el valor y la confianza en ti mismo para perseguir esos sueños y objetivos incumplidos.

¿Te frenan las creencias que tienes sobre ti mismo? Tal vez pienses que no tienes ninguna creencia limitante. Todo lo que te pido es que mires con detenimiento por qué hay cosas que quieres hacer, pero no las estás haciendo. Apuesto que, no importa lo loco que pueda sonar, hay un miedo auto saboteador detrás de todo esto.

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“No tienes que limitar el poder de tu creencia a lo que dicta tu mente racional. La elección y las limitaciones dependen enteramente de ti y todas las cosas existen en la imaginación humana.”

Neville Goddard

Traducido al Español por Isa Meza | www.vidaaqui.com