Cómo Convertirse en la Mejor Versión de Sí Mismo

“La promesa es definitiva de que si eres descarado en tu imprudencia al asumir que ya tienes lo que tus sentidos niegan, se te dará – tu deseo se logrará.” Neville Goddard.

Cada mes, como parte del trabajo que hago para mi página de Instagram, investigo entre 30 y 40 citas inspiradoras de Neville Goddard y otros místicos. Es algo que he hecho durante algunos años y que disfruto profundamente. Es un trabajo de amor que me mantiene espiritualmente enfocado. Ocasionalmente hay algunas citas que resuenan conmigo a un nivel más profundo, y la anterior es un ejemplo de ello.

El sábado pasado, mientras reunía citas, en la televisión de fondo se estaba reproduciendo un documental sobre la vida de Muhammad Ali. Sincrónicamente pensé que aquí había un hombre que ejemplificaba lo que esta cita de Neville decía. Ya sea que lo estuviera haciendo conscientemente o no, estaba demostrando la Ley de Asunción.

¿Cuántas veces este joven y fanfarrón boxeador (no era campeón mundial en ese momento) iba haciendo estas asunciones audaces, a menudo ante el desdén de los llamados expertos en boxeo? ¿Con qué frecuencia se comportaba imprudentemente diciéndole al mundo que era el mejor y, a través de la pura persistencia, finalmente fue vindicado en su jactancia? Ahora, no estoy negando que fuera un atleta extremadamente talentoso; ha habido muchos grandes boxeadores antes y después de él, pero solo ha habido un “mejor”. De hecho, escucha lo que el propio boxeador tenía que decir:

“Me dije a mí mismo que era el mejor antes de serlo y luego, de repente, algo asombroso sucedió y fui el mejor.” Muhammad Ali.

¿Qué fue lo asombroso que sucedió aquí? Bueno, cuando se ve desde una perspectiva metafísica, esto fue claramente una manifestación de un estado que primero fue imaginado y ocupado. Esta meta subjetiva mantenida en la mente de este joven boxeador se convirtió en su realidad, ¿por qué? Porque creía obstinadamente que esta era su verdad sin ninguna evidencia que lo respaldara.

Si alguna vez hubo un ejemplo de imprudencia descarada en una asunción, entonces este fue. Pero, ¿qué podemos aprender de esto y cómo podemos aplicar con éxito este ideal en nuestras propias vidas?

Destacarse entre la Multitud:

“Cuando vemos nuestra unicidad como una virtud, solo entonces encontramos paz” Película Ghost Cell.

Quiero decir que entre los más de siete mil millones de habitantes de este planeta, eres increíblemente talentoso, con dones únicos y ahí radica tu grandeza. Por naturaleza, somos seres sociales y desde una edad temprana, como niños, nos crían para no ser diferentes. Cultivados en una mentalidad de rebaño, piensa en nuestro tiempo en la escuela infantil; nos enseñan a vestirnos igual, con el mismo uniforme escolar.

La individualidad y la unicidad se desalientan, por lo que a menudo el niño que elige destacarse en la escuela se convierte en víctima del acoso escolar.

Entonces, es natural que cuando crecemos como adultos, muchas personas encuentren incómodo ser diferentes. En lugar de seguir una carrera centrada en sus dones, se conforman con una vida de mediocridad no realizada.

Nuestra unicidad, nuestra grandeza, no ha tenido la oportunidad de florecer; los miedos y presiones de la vida moderna sofocan tantos sueños y aspiraciones. Me siento aquí y pienso, ¿sería Muhammad Ali el mejor si hubiera seguido una carrera distinta al boxeo? Probablemente no. En su caso, no tuvo miedo de abrazar su don único; de hecho, nutrió esa semilla, ese talento, al máximo.

Como boxeador, no tuvo miedo de destacarse entre la multitud; su actitud y mentalidad eran tan radicales pero al mismo tiempo cautivadoras. Ahora, no estoy diciendo que tengas que ser extrovertido como él; algunos de nosotros simplemente no somos así, pero estoy hablando de saber quiénes somos, abrazar tu don individual y tener el coraje de perseguirlo y hacerlo crecer.

Tu Grandeza Está Esperándote:

“Toma mi mensaje a corazón y aplícalo desde ahora. Puedes ser el hombre o la mujer que quieres ser. No comiences a soñar al respecto. Despierta y piensa desde ello”. Neville Goddard.

Si estás viviendo tu vida soñada ahora, despertándote cada mañana disfrutando de una carrera que te da alegría y propósito, entonces esto no se aplica a ti. Prosperar en una vocación que absolutamente amas, perseguir diariamente una pasión donde el trabajo no se siente como trabajo es seguramente algo a lo que todos aspiramos.

Desafortunadamente, esto no es la verdad para la mayoría de nosotros. La mayoría de las personas están corriendo por la vida a medio gas, a menudo sobrecargadas de trabajo y mal pagadas, se encuentran haciendo cosas por necesidad en lugar de elección. El lunes por la mañana llegan al trabajo ya agotadas y para el viernes son literalmente como zombis caminando, desesperadas porque llegue el fin de semana. Semana tras semana, viven esta existencia, no realizadas y sin inspiración, el alma anhela una experiencia de vida más emocionante.

Muchos estudiantes preguntan, ¿cómo puedo recuperar este “Mojo” en mi vida? ¿Cómo puedo emocionarme de nuevo por mi carrera? Argumentaré que es una ilusión pensar que tu grandeza está en otro lugar que no sea seguir tu pasión. Solo tienes que desarrollar el coraje para superar tus miedos y perseguir audazmente tus sueños, tal como lo hizo Muhammad Ali.

La Puerta a tu Grandeza:

La imaginación humana es la puerta a través de la cual uno debe pasar para lograr cualquier gran logro en la vida. Primero debes visualizar tu objetivo y luego actuar sobre él con creencia y convicción para hacerlo realidad. Todo comienza primero en la mente del individuo.

Aprende a confiar en que cualquier cosa es posible para tu imaginación. Pon este concepto a prueba y se probará a sí mismo. A medida que aprendas a orquestar tu propia realidad, tu optimismo y autoestima aumentarán. Hay una suprema autoconfianza cuando sabes que tienes la capacidad de crear tu propio futuro emocionante. Quiero que entiendas que ningún obstáculo es demasiado difícil, ninguna montaña es demasiado alta, así que ¿por qué no vivir una vida que complemente tu pasión? El propósito último de la vida es vivir por algo más grande que tú.

¿No cultivó Muhammad Ali esta mentalidad? Bueno, la grandeza no es un derecho exclusivo; tú también puedes ser grande en tu propia vida. De hecho, cada día se convierte en una aventura cuando te das cuenta de que cualquier cosa es posible. Comenzarás a tomar con frecuencia el camino optimista sabiendo que, al igual que el gran boxeador Muhammad Ali, solo tengo que imaginar y persistir en mi creencia, entonces se convertirá en mi realidad.

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